El ser humano ya acumuló suficientes conocimientos como para saber que en ninguna historia hay un solo punto de partida. Ni un único protagonista, por más poderoso que parezca. Ni otro escenario que el que trazan sus propias huellas.
Ante esto, el hombre establece cronologías, define etapas, delimita épocas y proclama el carácter fundacional de determinados hechos. Sin embargo, un nuevo hallazgo o un nuevo avance de la ciencia, vuelve a demostrar que la historia sigue abierta.
La historia de la humanidad es todo lo vivido por el ser humano desde que tomó distancia de la naturaleza a la que pertenece y de la que, como especie animal inevitablemente depende. A partir de ahí, el menor gesto del ser humano se convirtió en cultura.
Y sus más antiguas manisfetaciones hoy son aceptadas como historia.